La nariz ese apéndice de nuestra cara al que normalmente solo prestamos atención por cuestiones estéticas.
Vamos a tomar consciencia de él, y su importancia en la respiración.
Las fosas nasales, constituyen la primera línea del tracto respiratorio. Son la entrada normal del aire atmosférico en su trayecto hacia los alvéolos pulmonares.
Para que el aire llegue en las condiciones adecuadas de humedad, temperatura y limpieza se procesa en las fosas nasales.
La espiración nasal contribuye a mantener la humedad del moco, mientras que la espiración oral (por la boca) produce la desecación de la mucosa nasal.
El aire atrapado por las fosas nasales, es sometido a variaciones de velocidad entre los cornetes de manera que se consigue el calentamiento del aire inspirado hasta los 32º/34ºC. Esto garantiza que los pulmones van a recibir aire para trabajar a temperatura fisiológica.
Otras funciones son las de filtración, limpieza y defensa. En las fosas nasales se atrapan partículas, sobre todo gracias al sofisticado sistema de transporte mucociliar.
El olfato es uno de los sentidos menos desarrollados en la especie humana, los receptores situados en las fosas juegan un papel clave en la captación del estímulo olfativo.
Intervienen en la fonación, proporcionando cámaras de resonancia para la voz emitida y en la pronunciación de determinadas letras (consonantes nasales).
La nariz también puede funcionar como órgano de determinados mecanismos reflejos en el ciclo respiratorio, donde cada fosa nasal se ensancha y estrecha alternativamente cada tres a seis horas. Que esto ocurra no es aleatorio, es de gran importancia, porque entre otras cosas regula los niveles de sodio y potasio en el organismo.
La fosa derecha fija los iones de sodio (Na) y la izquierda los de potasio (K).
En un próximo articulo os contaré la importancia de estos dos elementos...
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