Tu enfoque determina tu realidad...
Eso dice Yoda en La guerra de
las galaxias, y cualquier científico
cognitivo estaría de acuerdo con
él.
No es filosofía
de vida...
No. Nuestra realidad cognitiva es
algo que construimos momento a momento y que empieza con la atención, es decir, aquello
de lo que te das cuenta y aquello de lo que no te das cuenta.
La atención es
siempre selectiva.
Es vital para navegar por la vida, y
hay tres focos esenciales: el mundo externo, el mundo interno y el mundo de los
demás.
A menudo no la
controlamos.
Resulta impactante ver la diferencia
que se produce en el cerebro cuando nuestra atención está enfocada o cuando está
determinada por las emociones. Saber hacia dónde va nuestra atención y por qué
es clave.
Y a menudo las
emociones nos invaden.
Eso es lo que sucede, se trata de un
secuestro emocional: el centro de las emociones en el cerebro, un área muy
primitiva situada entre los oídos, se activa e invade la región pre-frontal
derecha, que es la que determina nuestro enfoque consciente de las cosas.
¿Y cuánto dura
ese secuestro?
Si está muy enfadada por el
comentario de su jefe, su amiga o su novio..., tres días después, aunque crea que ya pasó, esa emoción
seguirá mandando.
Vaya.
Pero la atención es como un músculo
mental que se fortalece a medida que se ejercita.
Memorizar desarrolla ese músculo. Y advertir
el momento en que nuestra mente empieza a divagar y llevarla una y otra vez
hacia nuestro objetivo equivale mentalmente al levantamiento repetido de pesas.
Explíqueme el
ejercicio básico.
Lleve su atención a la respiración,
cuando su mente se distraiga sea consciente y vuelva a la respiración, vuelva a
centrarse. Repita a diario ese ejercicio y aprenderá a distanciarse de las distracciones y luego lo
podrá aplicar a las emociones.
¿Las emociones
llegarán igualmente pero las trataré de otra manera?
Exacto, en lugar de pensar que su
jefe es un idiota, pensará: “Vaya, otra vez estoy enfadada”.
Y la diferencia es grande.
También es
frustrante.
Reconocer que otra vez estás
enfadado te permite tener mayor libertad interior, te puedes recuperar mucho
más rápidamente de ese enfado. Y con la mente clara y tranquila puede que se te
ocurra una buena estrategia; por ejemplo, coger el currículum de tu jefe y
enviarlo a un cazatalentos.
La voluntad es
el destino.
Eso es lo que demuestran las
investigaciones. El autocontrol infantil, ser capaz de aplazar la recompensa,
ha demostrado ser un predictor del éxito financiero más fuerte que el CI o la
clase social de la familia.
¿Qué más ha
descubierto?
Me di cuenta de que todos los
aspectos de la inteligencia emocional dependen de una manera esencial de la
atención, incluida la autoconciencia.
¿Qué tiene que
ver la conciencia de uno mismo con la atención?
La autoconciencia representa un foco
esencial que nos conecta a los sutiles murmullos internos que nos ayudan a
navegar por la vida. En ese mecanismo interno de control se asienta la diferencia
entre una vida a la deriva y otra bien orientada.
¿Hay que escuchar
a las tripas?
En la región subcortical, mucho más
conectada con las vísceras que con las áreas verbales, nuestro cerebro guarda
las sensaciones más profundas de propósito y significado.
Tenemos una voz interior que sabe
más que nuestra mente y que nos habla a través del cuerpo, de las sensaciones
viscerales. Cuanto más adecuadamente interpretemos esos mensajes, mejor será nuestra
intuición.
El 99% de
nuestros pensamientos o gestos son inconscientes.
Hay dos tipos de mente, la que nosotros
escogemos y la que escoge por nosotros. La cuestión crucial es qué hago con esa
parte de la mente que sí puedo controlar conscientemente, ahí entra en juego la
atención.
Pero el gesto
precede a la palabra.
La lectura de meta-mensajes
transmitidos por canales no verbales se produce de manera instantánea, inconsciente y
automática.
El impacto de esos mensajes ocultos
es muy poderoso; por ejemplo, la probabilidad de que una pareja siga junta es
menor si, durante una discusión, uno repite expresiones faciales fugaces de
disgusto o desprecio.
¿Hay que
intentar ser positivo?
Sí. De hecho, hablar de sueños y metas
positivas estimula centros cerebrales que nos abren a nuevas posibilidades.
Nuestra atención
suele estar en varios sitios a la vez: puedo escucharle sin dejar de ver lo que
nos rodea.
Está describiendo la conciencia
abierta, una riqueza. Es como la mente errante, que desde el punto de vista de la
concentración es una pérdida de tiempo, pero es crucial para la creatividad:
sólo cuando la mente está errante podemos llegar a relacionar dos cosas que
antes nos parecían inconexas.